November 27, 2012
November 26, 2012
November 24, 2012
CHARLES BREWER CARIAS - LA VIDA DE UN EXPLORADOR DEL SIGLO XXI
Presentación del explorador Charles Brewer-Carías
(Por Alberto Blanco Dávila Editor en Jefe de la Revista Río Verde)
Al
entrar en el tercer milenio parecía que no habría más hallazgos
geográficos o biológicos importantes sobre la Tierra y se presumía que
sólo del fondo del mar, o desde el espacio distante provendría el
asombro. Ya en el siglo XIX hombres como Schomburgk, Darwin, Wallace y
Spruce, hijos de la Inglaterra victoriana, se empeñaron en dar a conocer
la biodiversidad existente en Suramérica que Humboldt, Codazzi,
Michelena y Rojas e Im Thurn completaron por el Sur de Venezuela.
Después, ya en el siglo XX y a partir de que el piloto Jimmie Angel
aterrizara aparatosamente en la cumbre de la meseta Auyantepui, la
atención de los exploradores se centró en Guayana y a partir de entonces
Tate, Phelps, Maguire, Vareschi, Huber, Dunsterville y Steyermark
treparon a los tepuyes para dar a conocer el extraordinario mosaico de
biodiversidad que escondían las tierras Altas de Guayana donde, en 1912
el famoso escritor Sir Arthur Conan Doyle dijo que se encontraba el
“Mundo Perdido“.
Es
también recorriendo este “Mundo Perdido” conformado por las mesetas de
Tierras Altas de Guayana, que él bautiza como “Islas en el Tiempo”, y es
en la década de 1960 cuando Charles Brewer Carías empieza a
distinguirse como un explorador de la selva, quien después de compartir
muchas expediciones con sus maestros botánicos Steyermark, Vareschi,
Maguire y Dunsterville, logra traspasar el umbral del siglo XXI ya
preparado como un naturalista enciclopédico a la manera de sus
antecesores victorianos y que, al igual que Spruce, sin que pareciera
haber sido comprendida plenamente la importancia de estas exploraciones
que, generaron un caudal de información tan sin igual, que al terminar
la expedición al Cerro de la Neblina en 1984, el entomólogo Spangler
comentó, que quienes estarían encargados de estudiar y clasificar lo que
se había colectado en esa sola expedición, estaban aún por nacer…!
Aunque
Brewer-Carías se educó entre especialistas de muchas disciplinas, su
formación es la de un renacentista interesado en todo lo que le rodeaba,
y muy especialmente embelezado por las historias sobre las ciudades
perdidas en la selva que escucho de Gustavo Heny y Carlos Freeman, así
como las historias locales sobre el Lago Parima y famoso el Hombre
Dorado. Porque fué en busca de una de estas ciudades, al igual que lo
hizo Percival Fawcett en Brasil 35 años antes que él, la razón por la
cuál este explorador venezolano, nieto tanto de de un diplomático inglés
como de un escritor de Caracas, decide irse a vivir a la selva para
vivir en medio de un grupo de indígenas de la etnia Ye´kwana que
hablaban de los mismos hombres sin cabeza (Ewaipanomas) que describió
Sir Walter Ralegh y es allí donde él aprende esa lengua indígena y
adquiere la mayor parte de su conocimiento sobfre técnicas y recursos
para sobrevivir, que es el tema de su próximo libro..
Un
año después organiza desde la Universidad Central de Venezuela una
expedición multidisciplinaria para estudiar la biodiversidad del Río
Paragua (afluente del Orinoco) y buscar la ciudad perdida de San José de
Guirior. Y hacia 1971 se empeña en alcanzar en helicóptero la cumbre
del Cerro Autana para colectar las plantas y animales que se habrían
quedado aislados en aquel tepuy inexplorado y descifrar el significado
de unas supuestas pinturas rupes¬tres que creía haber visto dentro de
una insólita cueva que estimaba de origen eólico; ya que
inexplicablemente atravesaba a la montaña de un lado al otro, como el
ojo de una aguja. Como pudo constatar cuando acompañó a su amigo el Cap.
Harry Gibson para volar alrededor de la cueva situada a más de 1.000
metros de altura sobre la selva circundante. La expedición de alto
riesgo resultó un éxito en cuanto a la colección que hicieron sus amigos
Julian A. Steyermark y G.C.K. Dunsterville de plantas nuevas para el
mundo pero, aunque las supuestas huellas de una civilización extinta
resultó se una pared manchada por líquenes; desde el punto de vista
espeleológico se descubrió la primera caverna en cuarcita, que a la vez
resultó ser una de las más antiguas del mundo.
Este
formidable descubrimiento espeleológico animó a Brewer-Carías para
convertirse en un descubridor de otras cuevas que pudiera haber en la
cumbre de otras de esas “Islas del Tiempo”; y en 1974 organiza con el
apoyo de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales de Venezuela, una
expedición multidisciplinaria para descubrir unas gigantescas
depresiones con paredes verticales de 300 mts de profundidad anidadas en
la cumbre de una meseta remota e inexplorada, que él bautizó como “las
Simas de Sarisariñama”. No obstante, y por una razón que distingue a los
descubridores, este explorador de oficio no solo se empeñaría en
resolver enigmas geo¬gráficos, y entusiasmado por su amigo el botánico
Steyermark, encuentra que la biodiversidad de la cumbre de los tepuyes
es un tesoro biológico que decide compartir sin mezquindad alguna con
los centenares de taxónomos que le acompañarán durante las casi
doscientas expediciones bien documentadas que ha estado dirigiendo
durante medio siglo a las cumbres de esas “Islas en el Tiempo“.
Como
resultado de su sed insaciable por el conocimiento y la asistencia de
los taxónomos que estudiaron los que se iba encontrando en las
expediciones que dirigió, quedaron clasificadas para el mundo varios
centenares de plantas y animales que nadie había visto antes. Pero
también simultáneamente se empeñó por conocer la vida de los hombres de
la selva y al convivir con ellos aprendió dos de sus lenguas. Pero esta
actividad como investigador antropológico se hizo muy intensa mientras
acompañó a Napoleon Chagnon durante una veintena de expediciones. Un
antropólogo, que resultaría el mas cuestionado del mundo, debido a su
visión del hombre como un animal que estaría sometido, al igual que el
resto a las leyes sobre la selección natural que habían sido explicadas
por Darwin cien años antes. Pero esto, curiosamente y aún en pleno siglo
veinte, no resultaría aceptable por casi la totalidad de los
antropólogos locales, quienes consideraron junto con los misioneros del
área que, la manera de pensar de estos darwinistas resultaba localmente
una amenaza para el gremio y por ello preparan una estrategia de opinión
para satanizar a Chagnon, a Brewer y a Issam Madi, porque estos
hicieron pública su preocupación por el futuro de los Yanomamö, que
estaban siendo despojados rudamente de sus tradiciones religiosas,
además de ser asediados por un antropólogo francés con no muy buenas
intenciones.
Primero
intentaron la desaparición física de los investigadores mediante una
estrategia criminal que falló, pero que después fue suplantada por una
satanización casi perfecta, gracias al apoyo de personas influyentes de
la localidad y de la publicación de un libro best seller donde un
periodista americano de apellido Tierney difundió la idea que Brewer,
Chagnon se encontraban interesados en explotar unas minas de uranio y de
oro del Amazonas, y que además intenta descalificar el enorme esfuerzo
que hicieron durante la década de 1960, cuando se empeñaron en detener
November 23, 2012
En Vietnam - Conferencia General de IARU
El Presidente Reinaldo Leandro y el Secretario Ramón Santoyo participaron en el Comité Administrativo de IARU así como en la 15 Conferencia General de IARU Región 3 en la ciudad de Ho Chi Minh, Vietnam.
En la foto, de izquierda a derecha, la delegación del Vietnam Amateur Radio Club (VARC), los anfitriones de la Conferencia General: Sr Thanh XV2T, Sr Hoang 3W2KA Secretario del VARC, Sr Huy XV2B Asesor Técnico del VARC, Sr Ai XV2A Presidente del VARC, Ramón XE1KK / XV2KK, Sr Duc 3W2REH Chairman del VARC, la señorita Dung nieta de XV2A, Sr Yannick XV4Y y Reinaldo YV5AM / XV2IARU.
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